A 1 hora 4 minutos del centro de Bilbao por A-625 (59 Km)
A 44 minutos del centro de Bilbao por AP-68 (48 Km) (Peaje 2015: 5,5€)
La ruta comienza en el Parketxe de Sarria (Murgia)
Dejamos el coche en el parking y nos dirigimos al fondo de este.
Dejamos el Parketxe atrás...
Y tras cruzar la puerta de madera comienza una pista ancha y en sombra.
La pista va paralela al río Baias.
En un lateral nos encontramos unas hayas impresionantes.
Una plataforma del río que en invierno estará inundada.
Metiés buscando a Otto que ha olido el agua y ha desaparecido.
Descubrimos un puente colgante.
Y al rato una poza impresionante.
Para ver estas cosas hay que ir asomándose por los distintos senderos que van apareciendo a nuestra derecha.
Nosotras tenemos a Otto que nos localiza todos.
Volvemos a la pista.
Y nos topamos con una vacada que atravesaremos sin problema.
Eso sí, los perros atados en corto.
A la vuelta nos lo pondrán más difícil, pero ellas no tienen problema.
Nosotras con los peludos sí que tenemos, pues a ellos no les gustan mucho.
Parece que nos encontramos una bifurcación, pero...
Si tomamos el desvío de la izquierda bajamos al río, debajo de un puente de piedra.
Un rincón precioso.
Esto es lo que se ve desde el puente que se encuentra en el desvío de la derecha.
Ya aquí decidimos dar la vuelta.
Hemos disfrutado lo suficiente.
Es evidente que alguno ha andado más que otros.
Aunque siempre quedan ganas de una última carrera por los bosques.
Ya de vuelta en el parking.
Recorrido lineal
Distancia: 3,1 Km (ida y vuelta)
Desnivel: 50 m
Nuestra ruta es la 3 (Baias - Gorbea), sólo la seguiremos un tramo, no teníamos intención de subir hasta la cima.
La ruta comienza en el Parketxe de Sarria (Murgia)
Dejamos el coche en el parking y nos dirigimos al fondo de este.
Dejamos el Parketxe atrás...
Y tras cruzar la puerta de madera comienza una pista ancha y en sombra.
La pista va paralela al río Baias.
En un lateral nos encontramos unas hayas impresionantes.
Una plataforma del río que en invierno estará inundada.
Metiés buscando a Otto que ha olido el agua y ha desaparecido.
Descubrimos un puente colgante.
Y al rato una poza impresionante.
Para ver estas cosas hay que ir asomándose por los distintos senderos que van apareciendo a nuestra derecha.
Nosotras tenemos a Otto que nos localiza todos.
Volvemos a la pista.
Y nos topamos con una vacada que atravesaremos sin problema.
Eso sí, los perros atados en corto.
A la vuelta nos lo pondrán más difícil, pero ellas no tienen problema.
Nosotras con los peludos sí que tenemos, pues a ellos no les gustan mucho.
Parece que nos encontramos una bifurcación, pero...
Si tomamos el desvío de la izquierda bajamos al río, debajo de un puente de piedra.
Un rincón precioso.
Esto es lo que se ve desde el puente que se encuentra en el desvío de la derecha.
Ya aquí decidimos dar la vuelta.
Hemos disfrutado lo suficiente.
Es evidente que alguno ha andado más que otros.
Aunque siempre quedan ganas de una última carrera por los bosques.
Ya de vuelta en el parking.
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